Tres crisis activas están condicionando en este momento tanto el transporte marítimo como el terrestre.

Ya hemos comentado en otros reports que la crisis en el Mar Rojo está obligando a desviar el tráfico por el Cabo de Buena Esperanza aumentando así el tránsito entre 7 y 15 días.

En el otro extremo, en el Canal de Panamá, la vía que conecta más de 1.900 puertos en todo el mundo, se está quedando sin agua. Esto obliga a las autoridades panameñas a reducir drásticamente el paso de los buques que deben hacer fila. Las navieras ya están buscando rutas alternativas.

Y por último, y más cercano a nosotros, la huelga de agricultores de Francia. Las diferentes asociaciones de transportistas españoles ya están recomendando no realizar transporte de mercancía cruzando el país vecino.

Seguiremos atentos a cómo se resuelven todas estas incidencias.

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